El 26 de octubre de 2012 llegó la versión nueva: Windows 8.
En un principio, causó sorpresa el cambio del logo de
Microsoft: de las ventanas coloridas e iluminadas del logo de Windows Vista y 7
a un logo plano, cuadrado y sin colores.
Sin embargo, ahí no quedó todo. Cuando
uno iniciaba Windows 8, lo primero que veía ya no era el escritorio común, sino
que uno se encontraba frente ante un menú de inicio muy raro: una pantalla
literalmente.
A la mayoría le trajo confusión y lo primero que buscaban
era el clásico escritorio. Luego de buscar en el enorme Inicio, lo encontraban
y se daban con la desagradable sorpresa...
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